Cómo los torrefactores transforman el grano

La respuesta a esta pregunta es bastante sencilla: sin el proceso de tueste, los granos de café son solo granos. Contienen todas las características que amamos en nuestra taza, pero el sabor no existe hasta que se tuesta.

Desde el grano verde joven hasta el grano marrón brillante con el que todos estamos familiarizados, los granos de café pasan por un extraordinario proceso de transformación cuando se tuestan, alterando la composición física y química del grano de café en sí.

Los granos de café se tuestan para extraer los sabores más auténticos del grano. Sin embargo, los procesos de tueste del café son únicos, complejos y a menudo adaptados a las preferencias personales del torrefactor. La variación de los tiempos y las temperaturas de tueste para granos específicos permite a los tostadores satisfacer las necesidades de muchos perfiles de sabores diferentes.

El tueste del café se divide esencialmente en tres fases principales: la fase de secado inicial, que ocupa aproximadamente el 80 % del tiempo de tueste, la fase de tueste, en la que tienen lugar las reacciones químicas más importantes y la semilla adquiere ese distintivo color marrón y finalmente la fase de enfriamiento, durante la cual el grano vuelve a la temperatura ambiente.

No se tratan de la misma manera dos mezclas, ni cafés de pequeños lotes de origen único o de temporada. Los torrefactores cualificados tratan cada grano individualmente en términos de temperatura de tueste, estilo y perfil para garantizar tanto la calidad como la consistencia y que se ha cumplido el perfil de sabor previsto para el tueste.