La mejor experiencia de café comienza aquí.
Cultura del grano del café
¿Cómo te gusta el café? ¿Lo prefieres muy fuerte de sabor? ¿O más bien suave? ¿Le pones leche? ¿De vaca, desnatada, de soja, almendra o avena? ¿Te gusta añadirle un toque de cacao? ¿O eres más de azúcar? ¿Moreno, refinado, stevia o sacarina?
Hay muchísimas formas de tomar el café, ¡casi tantas como personas aficionadas a él! Así que… nos preguntamos a qué sabe en realidad el café, pero no cualquier café… un espresso preparado de la forma correcta, vamos… ¡un auténtico espresso!
Para conocer el sabor del espresso tenemos que remontarnos hasta el tipo de grano de café. Tenemos dos grandes tipologías:
El grano arábica destaca por su sabor ácido, dulce, más suave, fruto de la riqueza de los aromas del café que tienen matices de azúcar, bayas y frutas.
Esta variedad de grano tiene un sabor más fuerte y áspero. La principal característica de la variedad robusta es el amargor, provocado por el alto contenido en cafeína, concretamente el doble de cafeína que los granos de Arábica, que le proporciona un sabor a chocolate que dura después de cada sorbo.
Una vez tengamos nuestro espresso perfectamente elaborado podremos definir los sabores de éste. En términos generales, su sabor se mantiene en el paladar durante un tiempo. Y está basado en estos 3 elementos:
¿Notas los diferentes matices y sabores?
Testo vario
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