Muchos se refieren indistintamente al “café con hielo” y al “cold brew”, pero se trata de bebidas de café frío diferentes. El café con hielo -la forma más popular de consumir café frío desde hace décadas- comienza a una temperatura caliente antes de enfriarse y se sirve con hielo. El Cold Brew, en cambio, se prepara tradicionalmente infusionando café molido en agua a temperatura ambiente.
La popularidad del Cold Brew se ha disparado en los últimos años, pero sus raíces se remontan siglos atrás, cuando los comerciantes holandeses introdujeron el café en Japón en el siglo XVII. Los lugareños decidieron aplicar al café el mismo proceso que aplicaban a las hojas de té, remojando el café molido en agua fría de río, y la bebida pronto causó furor en Kioto. Por ello, los primeros documentos sobre el Cold Brew indican que la bebida llevaba el mismo nombre que la ciudad.
A diferencia del café con hielo, el Cold Brew clásico requiere una extracción de 12 horas (como mínimo). Este proceso produce una bebida notablemente menos ácida y amarga que el café caliente y helado. Como resultado, el sabor del Cold Brew suele ser más suave que el del café con hielo, manteniendo un alto nivel de dulzor natural que, para muchos, evita la necesidad de añadir azúcares (lo que hace que las calorías del Cold Brew sean aproximadamente cero). Los aromas florales de los granos permanecen intactos durante la extracción de Cold Brew, exponiendo matices que no surgen durante el proceso de elaboración en caliente.
Con menos acidez que el café caliente tradicional, el Cold Brew es más suave para los que sufren de estómago sensible, y muchos de los cafés Cold Brew listos para beber contienen ingredientes naturales, lo que resulta atractivo para quienes evitan los sabores artificiales o los conservantes.
Además, la bebida es versátil: puede tomarse sola o servir de base para bebidas, como el Cold Brew Latte, o cócteles. La popularidad del Cold Brew ha aumentado gracias a cafeterías especializadas e incluso cadenas nacionales que lo ofrecen, y desde entonces se ha convertido en el favorito de los millennials, que lo beben a sorbos en diversas ocasiones, desde reuniones en cafeterías hasta en barbacoas.
Una de las principales cadenas de cafeterías informó en agosto de 2022 de que las bebidas frías representaron el 75% de sus ventas de bebidas entre abril y junio*. Incluso en pleno invierno, las bebidas frías representaron el 60% de las ventas de bebidas de Starbucks. El consumo de estas bebidas frías incluso se ha desplazado de la mañana al mediodía y a última hora de la tarde.
Aunque la empresa atribuyó la popularidad de las bebidas con hielo a sus clientes de la Generación Z, una confluencia de factores también ha contribuido al crecimiento explosivo de Cold Brew.
De’Longhi encuestó a amantes del café de todo el mundo y el Cold Brew se situó entre las tres bebidas de café preferidas y no sólo como una moda estacional (la mitad de los amantes del café frío lo toman cuando bajan las temperaturas). Si el Cold Brew no estuviera disponible, la mitad de los que consumen las versiones listas para beber optarían por un zumo o un refresco en su lugar. Este es un testimonio de cómo el Cold Brew beneficia a la salud y el bienestar general: una alternativa más saludable a las bebidas azucaradas, el recuento de calorías del Cold Brew es menor que el de dichas bebidas.
La cuarta ola del café, centrada en la preparación de café en casa, llegó a fuerza de pandemia. Con unos costes de vida más elevados y un número cada vez mayor de teletrabajo, los consumidores han empezado a mejorar sus experiencias en casa, incluidas sus rutinas de café.
Como indica la abundancia en el mercado de productos pioneros, como café molido y monodosis, los fabricantes de productos de café para el hogar compiten con las cafeterías por ofrecer la “experiencia” de salir a comprar un café con hielo. A medida que crece la curiosidad en torno al Cold Brew y aumenta su popularidad, los amantes del café han empezado a consumirlo en casa, aunque el compromiso de 12 horas disuade a muchos de prepararlo. Pero las nuevas tecnologías han cambiado las reglas del juego.
Preparar Cold Brew en casa es ahora más fácil con la nueva y exclusiva tecnología de extracción en frío de De’Longhi, la primera de su clase para preparar Cold Brew en casa. “De’Longhi es la primera marca que presenta esta tecnología tanto para una cafetera superautomática como para una de bomba tradicional con molinillo”, afirma Plamena Stavreva, Global Category Lead de De’Longhi.
La nueva Eletta Explore, superautomática, y La Specialista Maestro, una cafetera de bomba tradicional con molinillo integrado, incorporan esta tecnología. Se acabaron las esperas de 12 horas: los amantes del café pueden disfrutar de una infusión en frío en casa en menos de 5 minutos. Y si se guarda en el frigorífico, Cold Brew mantiene su inconfundible sabor hasta 10 días.A medida que aumenta la popularidad del Cold Brew, los amantes del café pueden emular en casa las creaciones de sus baristas favoritos y adaptar la bebida a sus preferencias, lo que convierte al Cold Brew en la próxima “gran” novedad.
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