Para que una cafetera doméstica prepare un café espresso el funcionamiento es el siguiente: el agua se calienta a mucha temperatura, para que llegue a una alta presión. Después, esa agua pasa por un filtro donde se encuentra el café ya molido. Al tener tanta presión, el agua cuando se cuela por el filtro absorbe el aroma y sabor del café que será el que llegará finalmente a la taza.
Los bares miden la presión con la que se calienta y circula el agua a través de la cafetera hasta extraer el café.
Las cafeteras profesionales de cafetería, utilizan 9 bares de presión, que es la presión correcta para elaborar un espresso en este tipo de máquinas. Al actuar con bombas rotativas que ejercen la misma presión independientemente de la cantidad de agua hacen que no sea necesario utilizar más bares.
Por norma general, una cafetera doméstica tiene 15 bares de presión, pero al contrario que las profesionales, su bomba es vibratoria y necesita más presión porque durante el proceso pierde algunos bares. De esta forma, el espresso que se consigue cuenta como mínimo con los 9 bares de presión necesarios para extraer todos los matices del café.
En las cafeteras de filtro, la presión es mucho menor, por ello, el café resultante no tiene tanto cuerpo, aroma ni sabor.
Las cafeteras de bomba tradicional y superautomáticas, preparan café espresso, por tanto, su bomba trabaja con 15 bares de presión.
Además, las superautomáticas tienen la capacidad de ajustar la presión necesaria automáticamente para cada tipo de bebida que preparan, ya sea más aroma o longitud del café.
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