La cultura que rodea al café es fascinante y, lo que es más importante, está cambiando constantemente y progresando de forma apasionante. Históricamente, el café ha experimentado tres cambios significativos, y los expertos del sector ya creen que estamos viviendo una cuarta oleada.
Pero, ¿qué es la cuarta ola del café y cómo está cambiando nuestros hábitos? Si en la primera ola el café se consideraba principalmente un producto básico que la gente consumía para empezar el día y mantener sus niveles de energía, en la segunda, que surgió en los años 70, el café se consideraba un artículo de confort que la gente podía permitirse, similar a una buena taza de té. Con el comienzo del nuevo siglo llegó la tercera ola del café, conocida como la era de los amantes del café. Esta ola se centró en la elaboración de experiencias de alta calidad, proporcionando información detallada sobre el origen, notas de cata y una sensación general de exclusividad. Ahora es el momento de dar la bienvenida a la cuarta ola del café, caracterizada por una mayor libertad para experimentar, un enfoque centrado en la calidad, el auge de las recetas de café frío y la inclusividad. Está abierta a todos, incluso a los que no son aficionados al café.
La cuarta ola se centra en hacer que el café de especialidad sea más accesible e inclusivo, ampliándolo de un nicho de mercado a un público más amplio. Este cambio se ve impulsado por el creciente número de pequeños y medianos torrefactores de café en todo el mundo, el nuevo deseo de los consumidores de explorar más allá del producto en busca de una mayor calidad y transparencia, así como el elevado nivel de los granos de café especiales.
La cuarta ola del café es la mezcla perfecta de productos cafeteros excepcionales y auténtica conciencia social. Aunque la elección de los granos de mayor calidad es clave para crear una experiencia de café artesanal con sabores únicos y ricos aromas, es sólo una faceta. Los amantes del café también están pendientes de su impacto socioeconómico, buscando asociaciones entre los agricultores y todos los agentes que intervienen en la cadena de valor del café, literalmente del origen al sorbo.
La cultura del café sigue evolucionando en función de cómo cambia el mundo. En este sentido, hoy en día, la Generación Z y los creadores de contenidos en las redes sociales están desempeñando un papel a la hora de marcar tendencias e influir en el comportamiento de los consumidores. Los influencers llamados “Coffeetok” comparten sus recetas de bebidas de café, técnicas de preparación y rituales cafeteros únicos con sus grandes audiencias, inspirándoles a probar y replicar las bebidas. Se trata de calidad y creatividad, ya que los amantes del café llevan su pasión al siguiente nivel añadiendo guarniciones florales y tiñendo la espuma de leche con colores vibrantes para realzar la presentación. Opciones estándar y sencillas como el caramelo, la vainilla y la avellana acompañan ahora al aroma de calabaza, la flor de saúco o la lavanda, la rosa y el hibisco.
Una de las disrupciones más significativas de la última década han sido los preparados de café frío, incluido el Cold Brew. De hecho, el Cold Brew se ha ido apoderando del café con hielo, y la popularidad de este café de moda ha llegado para quedarse. Los expertos afirman que se espera un aumento de las nuevas recetas caseras de Cold Brew, de las técnicas de preparación del Cold Brew (por ejemplo, “flash brewed”) y de la innovación en el café listo para beber, con Norteamérica y Europa desempeñando un papel clave. ¿Por qué? Porque cuando el café se prepara utilizando el método tradicional de preparación en caliente, el sabor se extrae rápidamente vertiendo agua caliente sobre los granos de café molidos. En cambio, la infusión en frío tarda más en extraer el sabor (entre 12 y 24 horas) y este largo proceso de extracción da como resultado una infusión única que cada vez gusta más a los amantes del café.
La primera, segunda y tercera oleadas de la moda del café tuvieron lugar en cafeterías y torrefactores, pero la cuarta se está produciendo en los hogares. Cada vez más personas poseen su propio equipo para preparar café y se desplazan menos debido al trabajo a distancia, por lo que ahora tienen la posibilidad de preparar sus bebidas favoritas en casa. La pandemia ha sido un acelerador de esta tendencia, ya que ha provocado un cambio significativo en los hábitos de consumo de café de la mayoría de los clientes. Incluso si la gente está volviendo a sus oficinas y reanudando la socialización en persona, muchos se han acostumbrado a sus nuevas rutinas en casa, incluyendo su hora del café y la comodidad de disfrutar de la experiencia de la cafetería en su propio hogar.
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