Podría decirse que una buena taza de café se reduce al grano de café, pero no es cierto. Por supuesto, unos granos de buena calidad son cruciales, pero el proceso de elaboración del café consta de cuatro pasos esenciales para maximizar el potencial de los granos. La tercera fase, la infusión, se produce tras la molienda y el prensado.
La infusión, o vertido de agua caliente sobre los granos de café molidos, constituye el núcleo de la preparación del café. Esta acción infunde el café molido, absorbiendo los elementos químicos que pasan a través de un filtro para producir un café delicioso. Los métodos de infusión varían, al igual que la presión de infusión, la temperatura del agua y, por último, pero no por ello menos importante, el tiempo de percolación. Un Espresso, por ejemplo, sólo requiere entre 20 y 30 segundos de contacto entre el café y el agua: en poco tiempo, podrás conseguir una taza perfecta que te ofrecerá un placer duradero y agradable.
La fórmula para un Espresso “perfetto” comienza con el agua que utilices: la temperatura y la calidad del agua son fundamentales. El agua constituye el 98% de una taza de café normal, por lo que no es exagerado pensar que la calidad del agua influye significativamente en el resultado final.
El agua del grifo local contiene ciertos niveles de calcio y magnesio, por lo que la calidad del agua, o la “dureza” del líquido, se refiere a su nivel mineral, que influye en cómo interactúan el agua caliente y el café; un agua demasiado dura o demasiado blanda puede afectar negativamente a la taza final. Muchos expertos, entre ellos Andrej Godina, experto en café y formador autorizado de la Asociación de Café de Especialidad, sugieren medir la dureza del agua y, si es necesario, colocar un descalcificador. Si utilizas agua embotellada, opta por una con un residuo fijo de unos 200-300 mg/L. El agua ideal para la infusión no debe ser demasiado dulce, con minerales equilibrados que realcen los sabores naturales del café sin abrumarlos.
Además de la dureza adecuada, la temperatura del agua debe permanecer estable durante toda la preparación, ya que la forma en que el agua penetra en la dosis de café es clave para una extracción perfectamente equilibrada. La temperatura de infusión perfecta oscila entre 83° y 92° centígrados. Sin embargo, los expertos en café creen que si se mantiene en el extremo inferior de la escala se liberan los sabores más complejos del café.
Una vez que el café y el agua están en su sitio, se produce la preinfusión y la extracción. La preinfusión consiste en remojar con delicadeza el café molido en el filtro antes de aplicar la presión de infusión para garantizar que el agua penetre en el café molido de manera uniforme una vez que comience la extracción.
La extracción se produce cuando el agua caliente a presión se filtra a través de una capa de café tostado, molido y compactado y sale por las boquillas del filtro, extrayendo las características del café en la taza. Determina tanto la calidad de la taza como el espesor de la crema, afectando a la textura fina y persistente del líquido.
La sub-extracción se produce cuando el agua fluye demasiado deprisa y no consigue captar las sustancias de los granos de café. Sin embargo, la sub-extracción no está ligada únicamente al flujo de agua; también puede estar causada por café pasado, agua poco caliente, dosificación insuficiente de granos de café o compactación débil. El café sub-extraído tiene menos cuerpo que el Espresso clásico: la crema se disuelve, los aromas son débiles y los sabores son insípidos. Por otra parte, un llenado excesivo del filtro, un molido demasiado fino y/o una compactación excesiva pueden provocar una extracción excesiva. El resultado es un líquido oscuro, excepcionalmente amargo, que desprende un aroma desagradable, con una crema que tiende a partirse en el centro y a pegarse al borde de la taza.
La tecnología más sofisticada de una cafetera está dedicada al proceso de infusión: Los ingenieros y técnicos de De’Longhi han dedicado años a investigar los métodos más eficaces para crear las tecnologías que hacen que una cafetera de primera calidad sea diferente de cualquier otra.
Las cafeteras superautomáticas y de bomba tradicional de De’Longhi ayudan a los amantes del café que desean obtener una preparación óptima en casa: no tienen que preocuparse de nada porque las cafeteras están desarrolladas y diseñadas para que la preparación sea siempre perfecta.
Para obtener un café perfecto, cada variedad de grano requiere ajustes específicos y debe tratarse de forma diferente: aquí es donde entra en juego la tecnología Bean Adapt, que ajusta automáticamente los parámetros de la máquina al tipo de grano. Exclusiva de algunas cafeteras superautomáticas de gama alta, como PrimaDonna Soul, establece parámetros precisos de molido, dosificación y preparación para una extracción óptima del café, iniciando el viaje de transformación del café con sólo pulsar un botón.
Las cafeteras de bomba tradicional con molinillo integrado, como La Specialista Arte EVO, están diseñadas para recordar el aspecto de las máquinas de barista profesional. Su solución tecnológica simplifica el proceso de transformación del café, por lo que son ideales para los aspirantes a baristas a los que les gusta hacer café tanto como lo que hay en la taza.
Por ejemplo, la tecnología de control activo de la temperatura garantiza la temperatura ideal de preparación manteniendo estable la temperatura del agua durante todo el proceso de preparación del café. El sistema Thermoblock de alto rendimiento con un sistema de temperatura controlada garantiza la estabilidad ideal de la temperatura para preparar cualquier café.
La Tecnología de Preinfusión Dinámica, presente en La Specialista Maestro, y La Specialista Prestigio, adapta la longitud de infusión de la pastilla a la tosquedad del café molido, garantizando que toda la superficie del café entre en contacto con el agua de forma suave y uniforme para una extracción perfecta.
Tanto si optas por una cafetera de bomba tradicional como por una superautomática, los amantes del café que lo preparan en casa, pueden conseguir un Espresso perfecto gracias a De’Longhi. Y para aquellos que buscan rematar su Espresso con estilo, la espuma es el quinto y último paso.
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