La mejor experiencia de café comienza aquí.
Cultura del grano del café
Uno de los principales factores a tener en cuenta para conseguir una taza de café perfecta es la calidad de la materia prima. Cuánto mejor es el café que utilicemos, mejor sabor y aroma tendrá. Aunque, tener un buen café no implica que éste esté en buenas condiciones, ya que hay diferentes causas que pueden hacer que pierda sus propiedades organolépticas.Te contamos cómo debes conservar el café para que no pierda ni su aroma ni sus cualidades.
Como cualquier otro alimento o ingrediente, el café sufre un proceso de oxidación. Éste empieza cuando se tuestan los granos de café verde y va en aumento. Después del tueste, se suele envasar al vacío en packs que mantienen las propiedades, pero en el momento en que los abrimos y entran en contacto con el oxígeno y el ambiente empiezan a deteriorarse (oxidarse).
El calor es otro de los principales enemigos del café, ya que acelera ese proceso de oxidación. Por tanto, es necesario guardarlo lejos de los electrodomésticos que emanan más calor: como el horno, la vitrocerámica, el lavavajillas o la lavadora.
Lo ideal es depositarlo en un lugar fresco y seco, como una despensa, por ejemplo. Hay quien recomienda guardarlo en la nevera, aunque la humedad del interior del frigorífico puede hacer que el café absorba aromas de otros alimentos.
El primer paso para conservar el café es utilizar café en grano, puesto que mantiene la mayoría de sus propiedades, durante el proceso de molido se pierden gran parte de éstas.
Si tienes una cafetera superautomática podrás usar café en grano, ya que tienen un molinillo integrado que muele solamente el café necesario para la preparación de éste.
No obstante, si prefieres las cafeteras de bomba o italianas, puedes hacerte con un molinillo de café y moler la cantidad que necesites cada vez que prepares café. Los hay de diferentes estilos, incluso algunos se acoplan a las cafeteras para un uso directo y más cómodo.
Otro truco que puedes poner en práctica es comprar café en paquetes más pequeños, para que no te duren demasiado tiempo abiertos y comprobar la fecha de tostado. Lo mejor es comprar granos de café tostados recientemente.
Incluso, si eres un cafetero/a irremediable, puedes adquirir café verde -sin tostar- y tostarlo en casa gracias a los aparatos de tostado caseros que existen.
Como ya hemos comentado antes, al abrir los envases de café y entrar en contacto con el aire empieza a degradarse y que es necesario guardarlo en un lugar con poco calor, ahora bien; el recipiente en el que lo almacenemos puede ayudarnos a mantenerlo mejor.
Para ello, es preferible que uses un tarro metálico o de cristal con cierre hermético. Eso hará que se conserve prácticamente como en su embalaje original.
Si conseguimos guardar el recipiente hermético en un sitio que no supere los 20ºC el café puede durarnos con prácticamente todas sus cualidades semanas o meses.
Cuando el tarro esté a la mitad tendrá más aire, así que puedes ponerle un trozo de film transparente sobre el café y pegarlo a las paredes de dentro del recipiente, de esa forma se separarás el aire del café.
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