En las verdes montañas del Valle del Rift, en Etiopía meridional, a una altitud de más de 2.000 sobre el nivel del mar, se cultiva este Café natural de especialidad. Proviene de la región de Yirgacheffe, concretamente de la pequeña ciudad de Aricha. Su grano 100% Arábica, variedad Heirloom, es secado al sol sin lavar, hasta que la piel y la pulpa de la cereza se secan quedando adheridas al grano, lo que le confiere un sabor y unos matices únicos. Se trata de un café con un aroma especial, con toques a frutas del bosque: fresas, grosella, arándanos, y con una acidez vinosa. Con buen cuerpo y final dulce y persistente. Gracias a su calidad y características diferenciadoras ha obtenido una puntuación SCA de 87 y ha sido distinguido con 2 estrellas Great Taste en 2018.

Al frente de la compañía está Heleanna Georgalis desde el 2008, ella está inmersa en la tercera ola del café preocupándose en primera persona por la calidad del café que exporta. Ella continúa con el legado de su padre, y afirma sentir pasión por este mundo donde ella misma puede experimentar en procesos y divertirse pudiendo comprobar los resultados. Es importante resaltar que la singularidad de los cafés etíopes reside en la “no modificación genética” de las plantas de café. Es un café que conserva las características genéricas de los cafés etíopes, del que se obtiene un perfil de taza muy delicado e interesante con notas muy dispares que se derivan tanto de su procesado como del suelo donde crece.

Café recogido a mano únicamente seleccionando los granos maduros. Posteriormente se despulpa por beneficio húmedo y es fermentado durante 36 horas para luego ser secado. El resultado es un café suave y limpio. Con trazas dulces de miel y caramelo. Ligeramente amargo, aquilibrado y uniforme.