Un mundo de posibilidades para el café con hielo

Todo empezó en TikTok. El intento de un usuario de preparar un Dalgona, un espumoso café helado coreano, se convirtió de la noche a la mañana en un fenómeno en las redes sociales.

En los primeros días de la pandemia, cientos de miles de personas compartieron en sus redes sociales su propia versión de la moda del café. Compuesta a partes iguales de azúcar, agua hirviendo y café instantáneo, la Dalgona se bate unas 400 veces hasta obtener una mezcla brillante y esponjosa que se coloca sobre un vaso lleno de hielo y leche. A medida que la Dalgona fue ganando adeptos, animó a los profesionales y aficionados a ampliar sus horizontes en busca de inspiración en el canon internacional del café con hielo.

Abundan las variantes de la Dalgona clásica, como la que consiste en mezclar cacao en polvo con la espuma una vez bien batida antes de añadirla a la leche, o la que añade un toque de ron. Quien busque variedad de color y sabor puede sustituir el café por matcha verde en polvo, pero no sin incorporar claras de huevo a la mezcla de matcha para obtener la consistencia adecuada. Para batir una Dalgona más rápidamente (y sin esfuerzo), la tecnología LatteCrema Cool de De’Longhi es la solución. La jarra de leche fría de la Eletta Explore permite a los amantes del café preparar en casa espumas frías al estilo de las cafeterías con sólo pulsar un botón.

En el frente mundial del café con hielo, el Phenti Hui de la India, o café con hielo batido, es similar, aunque se prepara y sirve al revés: la leche se vierte sobre la mezcla batida de café, azúcar y agua hirviendo en lugar de colocarse encima. La espuma se disuelve en la bebida, dando como resultado un líquido más cremoso y uniforme.

El Frappé griego mezcla azúcar, café y agua, se sirve sobre hielo y se termina con un chorrito de leche evaporada o condensada. El Mocha Cola brasileño hace honor a su nombre: una poción azucarada, cubierta de nata montada, que combina café, leche con chocolate y refresco de cola, ideal para los que buscan el doble de cafeína.

El Oliang tailandés, más conocido como café helado tailandés, mezcla posos de café y azúcar moreno con diversos granos y semillas, como cardamomo, maíz, soja, arroz y semillas de sésamo. Se suele cubrir con leche condensada o evaporada. Los granos y las especias añaden un toque ahumado que a algunos puede parecerles excesivo, pero nada que una pizca o dos de azúcar no puedan suavizar.

Ninguna recopilación de bebidas internacionales a base de café con hielo estaría completa sin el Mazagran argelino, a menudo citado como el primer café con hielo del mundo. Se remonta a la conquista francesa de Argelia en la década de 1840. Se dice que los soldados franceses afincados en la fortaleza de Mazagran, en Argel, elaboraron esta bebida fría mientras dormían a medianoche: el café con hielo les ayudaba a mantenerse despiertos y el ron le daba un delicado sabor. La bebida evolucionó a medida que se extendía por Europa y, aunque actualmente es menos común en Argelia, el Mazagran portugués es el más popular, ya que incorpora limón y menta para refrescarse en los sofocantes días de verano.