Aunque eso es cierto y que, como cualquier producto especializado, hay un montón de trucos para hacerlo único, la realidad es que todo empieza con el grano de café, dónde se ha cultivado, cómo se ha tratado y cómo se ha preparado antes de llegar a tu cafetera.
No es muy diferente del vino, si se piensa bien. Hay países famosos por su producción de vino y dentro de esos países hay diferentes tipos y calidades. Todo a lo largo de la cadena de producción, incluida la cantidad de agua que recibe, la luz solar a la que está expuesto, lo fértil que es el suelo y el tiempo que pasa desde la recolección hasta el tueste, afecta al sabor final en la taza.
Etiopía: la cuna tradicional del café.
Aquí se originó nuestra pasión por el café. Existen numerosos testimonios de la existencia del café ya en el siglo XIII en el Reino de Kaffa en Etiopía, pero el mundo tuvo que esperar hasta el siglo XV para que el consumo de café llegara a la cercana región de los monasterios sufíes de Yemen.
Café de Oriente Medio y Norte de África: aparición de los primeros cafés.
En el siglo XVI, el café ya había llegado a Oriente Medio y el norte de África, y los primeros cafés se abrieron en Constantinopla (actual Estambul, Turquía) hacia la segunda mitad del mismo siglo. Estos cafés no tardaron en convertirse en los lugares de encuentro preferidos de diplomáticos, artistas, autores e intelectuales.
El café italiano y la importancia de Venecia: el café se extiende por toda Europa.
Los venecianos fueron los primeros europeos en importar esta nueva bebida de Oriente Próximo a principios del siglo XVII. Al principio no gozó de gran aceptación, pero las cosas cambiaron cuando el Papa Clemente VIII lo aprobó para el consumo de los católicos. Al cabo de unos años, la primera cafetería europea abrió sus puertas en 1645 en Venecia, muy cerca de Treviso, la ciudad natal de De’Longhi.
Como Venecia era un centro comercial muy popular, los cafés no tardaron en extenderse por toda Europa, en gran parte gracias a la Compañía Británica de Comercio de Indias y a la Compañía Holandesa de Comercio de Indias Orientales, que rápidamente introdujeron el café entre los europeos, que lo recibieron con los brazos abiertos. A día de hoy, el café sigue siendo una característica apreciada del estilo de vida europeo moderno.
Entender el café significa conocer las distintas variedades, lo que en realidad es bastante sencillo, ya que sólo hay tres: Robusta, Arábica y Blended, esta última es simplemente una mezcla de las dos primeras para producir un nuevo sabor y aroma.
Café Arábica
El Arábica es el tipo de café más popular del mundo. Un rápido resumen de las características del Arábica es que es bajo en cafeína, bajo en acidez y alto en sabor y aroma.
El café arábica procede de los granos de la planta Coffea arabica, originaria de Etiopía. Estas plantas producen lo que se considera un grano de alta calidad y producen un café muy sabroso y aromático. Los granos de Arábica se cultivan normalmente a altitudes superiores a los 3.000 pies sobre el nivel del mar.
Café Robusta
Los granos de café Robusta se obtienen de los granos de la planta Coffea canephora, cuyo origen se encuentra en África. Tienen el doble de cafeína que los granos de Arábica y son notoriamente amargos, por lo que son ideales para el café instantáneo, el espresso y como relleno en ciertas mezclas de café molido.
Café mezcla (Blended)
La mezcla es esencialmente la técnica de mezclar granos de café complementarios procedentes de varios lugares y tostarlos juntos, aprovechando las diversas características que realzan el producto final y producen el mejor sabor final.
Tueste de los granos de café
Los granos de café se suelen tostar de tres formas diferentes.
– Tueste ligero
Sabor más ligero y mayor nivel de acidez.
– Tueste medio
A menudo denominado “tueste clásico”, tiene un sabor fuerte pero dulce y una mezcla casi perfecta de acidez y aroma.
– Tueste oscuro
Esta distintiva técnica de tueste permite distinguir fácilmente el sabor tostado del grano.
El café también está disponible en otras especialidades de tueste, las más populares de las cuales son el tueste francés, el tueste italiano y el tueste español.
Moler café en grano
Los granos se mantienen frescos durante más tiempo que los granos molidos, por lo que siempre recomendamos utilizar café recién molido para disfrutar de la mejor experiencia cafetera. El grado de molienda del café es crucial para el sabor, el aroma y la calidad finales del café en la taza. Un ajuste más fino aportará más sabor y aroma, pero también puede ser ligeramente más amargo al pasar más solubles a la taza. Un ajuste más grueso producirá una bebida más suave y agradable.
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