Al frente de la compañía está Heleanna Georgalis desde el 2008, ella está inmersa en la tercera ola del café preocupándose en primera persona por la calidad del café que exporta. Ella continúa con el legado de su padre, y afirma sentir pasión por este mundo donde ella misma puede experimentar en procesos y divertirse pudiendo comprobar los resultados. Es importante resaltar que la singularidad de los cafés etíopes reside en la “no modificación genética” de las plantas de café. Es un café que conserva las características genéricas de los cafés etíopes, del que se obtiene un perfil de taza muy delicado e interesante con notas muy dispares que se derivan tanto de su procesado como del suelo donde crece.
De origen único
Vainilla
Canela