Manteniendo la esencia desde su origen

Ya está aquí el café bueno, sano y justo.

La sostenibilidad es una elección que puede empezar por tomar una taza de café. Se ha formado una nueva coalición para proteger a los productores, el medio ambiente y una de las bebidas más consumidas del mundo, lo que permite a todos poner de su parte.

“El cambio es posible. De hecho, ahora es necesario. No hay alternativa”, explican Paolo di Croce, director de Slow Food durante más de dos décadas, y Emanuele Dughera, coordinador de Slow Food Coffee Coalition. “El mundo ha demostrado y sigue demostrando drásticamente que el modelo de desarrollo actual se debe revisar y rediseñar para garantizar que todo el mundo pueda acceder a alimentos buenos, sanos y justos. El modelo insostenible debe cambiar por y para las personas y el planeta”.

Slow Food es un movimiento global, activo en 160 países, que proporciona acceso a alimentos buenos, sanos y justos para todos. Promueve una red de comunidades locales y activistas que defienden la diversidad cultural y biológica, promueven la educación del gusto y la transmisión del conocimiento tradicional, e influyen en la política pública y privada. Miles de proyectos de Slow Food y Presidia mejoran y protegen las variedades de verduras y cereales, queso y otros productos locales típicos. Los esfuerzos de protección de Slow Food también se centran en el café a través de un proyecto específico con alcance global: la Slow Food Coffee Coalition.

La Slow Food Coffee Coalition es una red abierta y colaborativa que reúne a toda la cadena de suministro del café, desde los caficultores hasta los consumidores. De’Longhi ha decidido convertirse en el socio principal de la iniciativa para fomentar la colaboración y compartir los conocimientos dentro del sector. “Como fabricante de cafeteras que utilizan granos como materia prima, es nuestra responsabilidad proteger a las personas y los procesos que se encuentran en el centro de nuestro negocio. Al mismo tiempo, dejamos que los consumidores descubran lo que hay detrás del café que beben a diario”, cuenta Zeno Adami, director global de marca de De’Longhi. “Nos complace colaborar con Slow Food. Para nuestra empresa, representa otra oportunidad de contribuir a la evolución del sector del café proporcionando más transparencia a nuestros clientes”.

Gracias a esta colaboración, De’Longhi contribuirá a organizar eventos y seminarios organizados por Slow Food que amplifican el proyecto, dando visibilidad y voz a los diferentes actores implicados en la cadena de suministro del café, ante todo a los caficultores. El cambio hacia un café bueno, sano y justo es una responsabilidad compartida para De’Longhi, sus proveedores y clientes, y cualquier persona que ame esta bebida.

¿Por qué surgió una iniciativa tan sólida centrada en el café? “Porque la gente percibe el café como un producto básico, uno de los más cotizados del mundo. Pero, al igual que el petróleo, el gas y el oro, los productos básicos como el café, la harina, la leche o el azúcar se venden predominantemente en los mercados mundiales por su cantidad, no por su calidad: cualquiera sirve”. El café es una de las bebidas más consumidas del mundo y más de mil millones de personas la toman a diario, pero los consumidores generalmente saben muy poco. Van a la cafetería y piden “un café” sin pensar en mucho más. Pero el café es un producto agrícola que se cultiva, cosecha y procesa; 25 millones de personas y miles de hectáreas de tierra dependen de su economía. Los consumidores pueden ahorrar dinero a costa del medio ambiente y de las comunidades locales, o pueden elegir un café de calidad: bueno, sano y justo. Pero, ¿cómo?

La enorme economía del café implica a diversos actores en una cadena de suministro que une a todo el mundo en un ritual diario. Por lo tanto, el café es el motor perfecto para remover las conciencias de los consumidores y, en consecuencia, modificar su consumo. Slow Food y la Coffee Coalition trabajan a partir de las personas de comunidades indígenas y pequeñas granjas junto con aquellos que beben café y trabajan con él. Con una filosofía inclusiva, Slow Food promueve el cambio a gran escala desde la base, involucrando a caficultores y grandes empresas. Esta práctica refuerza su compromiso con la mejora del café sostenible, protegiendo el medio ambiente, los ecosistemas, la biodiversidad, los derechos de los trabajadores y la inclusión: un café sostenible que pone en valor la cadena de suministro y la trazabilidad, la seguridad alimentaria y el derecho al placer (como el sabor y el aroma) en la taza. Y lo hace con un manifiesto. Cualquier persona comprometida con esta aventura puede firmar el manifiesto en línea: caficultores, torrefactores, baristas, restauradores, empresas, instituciones e incluso consumidores.

Por primera vez, Slow Food también etiquetará el café de los productores participantes: “Una declaración de intenciones, implicación y visión”, explican. Este modelo de certificación “participativo” involucra a las comunidades productoras y a otras partes interesadas de la cadena de café. Con profesionalidad y pasión, estos participantes tienen como objetivo garantizar el proceso de producción del café y tomar cada vez más decisiones conscientes y sostenibles. “La calidad de los socios da credibilidad al proyecto. Implicar a los líderes mundiales del sector es importante para difundir el mensaje: el desafío se gana si se involucra a tantas personas como sea posible, por lo que, cuanto más grandes sean los actores, más se acercará al objetivo de proteger a los más pequeños”.

Slow Food ha explicado constantemente que hace falta mucha implicación y De’Longhi ha estado involucrada, asistiendo a Terra Madre 2022, un evento anual promocionado por Slow Food y celebrado en Turín. Allí se presentaron las iniciativas de certificación participativa para el café y se unieron representantes de la red para participar en eventos, seminarios de café y la degustación del primer café de las comunidades de Slow Food Coffee Coalition. El manifiesto de Slow Food Coffee Coalition sigue en línea a disposición de cualquier persona que desee firmarlo.