El esfuerzo de De’Longhi por promover la sostenibilidad en la industria del café se ha materializado a través de Honduras, su primer Café de Especialidad desarrollado en colaboración con la Slow Food Coffee Coalition.
Un estilo de vida sostenible empieza en casa y no requiere necesariamente un cambio radical de la rutina. Empezar puede ser tan sencillo como prestar atención a los granos de café que se utilizan: ahora es más fácil que nunca gracias a Honduras, el primer café de especialidad en grano desarrollado por De’Longhi en colaboración con la Slow Food Coffee Coalition.
Como líder en cafeteras superautomáticas, De’Longhi asume la responsabilidad de proteger toda la cadena de valor del café, empezando por las materias primas y las personas que forman el núcleo de la industria. Al mismo tiempo, pretende ayudar a los consumidores a descubrir la esencia del café que saborean a diario. Así, en 2022, De’Longhi inició una colaboración con la Slow Food Coffee Coalition, una red internacional de colaboración dedicada a unir a todos los participantes en la cadena de suministro del café, desde los agricultores hasta los consumidores. En julio de 2023, estarán disponibles dos versiones del Café Especial: tueste medio-oscuro, ideal para Espresso, Cappuccino y Latte, y tueste medio-ligero, ideal para Espresso, Café y Cold Brew. Es hora de un sorbo de cambio, que tendrá un sabor especial.
El esfuerzo conjunto da como resultado un Café de Especialidad de alta calidad procedente de la Comunidad Slow Food “Las Capucas Sustainable Coffee Village” en Honduras. Cultivados en una finca que practica la gestión agroecológica, los granos, sólo una parte de la cadena de custodia, presentan un sistema de trazabilidad. Los granos, de origen único y 100% arábica, se cosechan a 1.200 metros de altitud en un sistema agroecológico con abono orgánico elaborado con subproductos de la granja y sin utilizar pesticidas ni fertilizantes sintéticos. El café se cultiva junto con otras plantas que proporcionan sombra y nutrientes a los cafetos y favorecen la biodiversidad de la flora y la fauna de la finca. Esto ayuda tanto a la salud de los cafetos como a la dieta de las personas que viven en la finca, que cosechan los frutos y otras plantas y crían animales de corral en un círculo cerrado con la naturaleza.
Los granos se someten a un proceso natural de elaboración: son semilavados, lo que significa que parte de la pulpa permanece en el grano mientras se seca, y se aprovecha la “miel”, o pulpa pegajosa que se adhiere al grano y le añade notas de sabor distintivas. Este tipo de procesamiento requiere menos agua, lo que aumenta el factor de sostenibilidad del café.
El cuidado que se puso en la producción se manifiesta en la taza: el café se sometió al riguroso proceso de cata de la Specialty Coffee Association. Los catadores otorgaron al café una puntuación en taza superior a 80 y, en consecuencia, el derecho a denominarse Café de Especialidad. “La calidad de los lotes de exportación se evalúa en un laboratorio”, explica el experto cafetero Andrej Godina, formador autorizado de la Specialty Coffee Association (SCA), “donde al final de la cosecha se catan todos los cafés de Slow Food”. Tras probar todos los granos producidos por la comunidad, se seleccionan sólo los mejores -aquellos con una puntuación superior a 80- para el primer Café de Especialidad de De’Longhi.
El café caracteriza la rutina de millones de personas. Sin embargo, ofrece mucho más que un estimulante por la mañana, explica Emanuele Dughera, coordinador de la Slow Food Coffee Coalition. Dughera anima a interesarse más por la procedencia del café. También cree que lo primero que hay que hacer es tener presente quién produce el café y dónde: “Es un producto agrícola procesado por muchas manos, y las primeras manos son los productores”.
La Slow Food Coffee Coalition proporciona a los productores las herramientas para establecer una iniciativa de Sistema Participativo de Garantía (SPG) para identificar el café bueno, limpio y justo. Un SPG es un modelo alternativo de certificación por el que los productores y otras partes interesadas comparten un conjunto de estándares y normas definidos en común, procedimientos comunes, un organismo coordinador, un logotipo común y consecuencias definidas en caso de incumplimiento.
En noviembre de 2021, la Comunidad Slow Food “Las Capucas Sustainable Coffee Village” puso en marcha la iniciativa PGS y constituyó el Comité Ético. El grupo firmó las directrices “bueno, limpio y justo” y aceptó el compromiso del PGS.
De’Longhi se ha embarcado en un viaje para hacer precisamente eso: transformar sus productos y operaciones para mejorarlos y ser más sostenible en el proceso. Pero es algo más que un compromiso con un café de mejor calidad; se trata de respetar los granos, su procedencia y a los agricultores y tostadores que lo hacen posible.
Este viaje refleja el compromiso de De’Longhi de ayudar a los amantes del café a tomar decisiones responsables, así como de fomentar la sostenibilidad en la industria cafetera. Como parte de su objetivo, De’Longhi se asocia con organizaciones que pueden ayudar a abordar los retos urgentes de la industria, como Slow Food, un movimiento global activo en 160 países que proporciona acceso a alimentos buenos, limpios y justos para todos. Junto con la SFCC, De’Longhi proporciona con los nuevos granos de Honduras un punto de partida adecuado para implementar el cambio bebiendo café limpio y responsable en casa. ¿Te gustaría probar el cambio en un sorbo?
Cualquiera puede adherirse a la Slow Food Coffee Coalition. Proteger nuestro planeta y apoyar los sistemas agrícolas sostenibles pasa por pequeños gestos, como el buen café. Firma el Manifiesto y recibe el boletín mensual para descubrir más historias de la red, poner cara a los productores y estar al día de noticias y eventos.
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