En Francia la manera más habitual de pedir un café en una cafetería es un café au lait un vaso de leche con un disparo de espresso. En casa, los galos suelen utilizar una prensa francesa para preparar su propio café y lo toman solo o con un chorrito de leche.
En Gran Bretaña, el país de la tradición del té de las cinco de la tarde, se toma mucho menos café que en otros países europeos. Pero la tendencia de consumo de café está creciendo en los últimos años. Normalmente, los británicos suelen tomar café solo muy largo, aunque también puedes pedir un espresso o acompañarlo con leche.
Alemania, tiene dos formas propias de tomar café. La primera es el Pharisäer, que consiste en café negro, mezclado con dos partes de ron y azúcar, coronado con crema batida.
La segunda es el Eiskaffee, una bebida helada preparada con café soluble a la que se le añade helado, nata montada y se decora con virutas de chocolate.
Si pensamos en café espresso, inevitablemente pensamos en Italia. Es el país en el que se inventó la cafetera de bomba, la que podemos encontrar en cualquier bar o cafetería.
Sin duda, el espresso es el café italiano más famoso y allí lo toman en cualquier momento del día. Pero también es típica la variedad con leche y espuma, el famoso y delicioso cappuccino.
Es el país que más café toma por habitante en todo el mundo, hasta 12kg de café al año por persona. Su forma preferida de tomarlo es en una taza grande, un café largo y negro que normalmente suelen preparar con cafeteras de goteo o de filtro.
Sin embargo, la mayoría de jóvenes le añaden avellana y vainilla para darle un toque de sabor.
El continente asiático también es un gran productor de café, en él destaca Vietnam, país que debe la mayor parte de su producción a la variedad de grano Robusta, más amargo y fuerte que el común Arábica.
En Vietnam, es típico el Cà phê sữa đá, una forma muy singular de tomar café frío. Lo preparan con una parte de café, hielo, tres partes de agua hirviendo y dos cucharadas de leche condensada. Otra variante es el Cà Phê Trung, que consiste en una taza de café de filtro, una yema de huevo y dos cucharadas de leche condensada.
En Singapur, suelen beber el café kopi, café oscuro con cuerpo y menos amargo que la variedad Vietnamita. Toman hasta 6 tazas durante el día y lo toman caliente y combinado con leche condensada.
El café de la antigua capital del imperio Otomano es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, gracias a su potente e intenso sabor. La forma de prepararlo es con una “cafetera” llamada cezve en la que se calienta el café de variedad Arábica, recién molido con agua y azúcar. Una vez empieza la ebullición, se retira y se vuelve a hervir. Antes de servirlo se le añade una cucharada de agua fría para que el poso vaya hacia la parte de abajo y se vierte sin filtrar.
En Hong Kong, es popular el café Yuanyang. Se preparar con una parte de café, otra de té negro y la última parte de leche condensada. Es tan característico que incluso los Starbucks del país han creado su propia versión para comercializar.
En el sur de la India se toma kaapi, un tipo de café dulce que se obtiene mezclando el café tostado oscuro con achicoria. Su sabor es más fuerte y se suele añadir una parte de leche por cada parte de café.
En las antípodas toman café como sinónimo de bienestar, por ello, su bebida estrella es el flat white. Se prepara en una taza de cerámica, más pequeña que el habitual latte o cappuccino, y consiste en dos cargas de espresso de unos 40ml y una pequeña cantidad de leche con una fina capa de espuma que hace que sea más cremoso.
En Senegal es típico el café Touba, llamado así como una de sus principales ciudades. Se prepara con 3 partes de café de granos tostados con pimienta negra y clavo y una parte de azúcar espolvoreado.
Etiopía es una de las cunas del café. Allí la mayoría de plantaciones son de arábica silvestre. Para preparar el café tienen una ceremonia sagrada. En ella se lavan los granos de café verde antes de tostarlo sobre el fuego en una sartén plana. Después se muelen en un mortero de piedra y se hierven en una “jebena” (vasija de barro) sobre las brasas. Lo suelen tomar solo y con mucho azúcar, después de hervir una taza para los ancestros y espíritus protectores.
Canadá es una de los países donde más café se consume. Tienen unas franquicias propias llamadas Tim Horton’s, una especie de Starbucks autóctono. Se solía tomar café filtrado de forma tradicional pero gracias a las cafeterías está creciendo el consumo de variedades derivadas del café espresso.
En Norteamérica es típico el café largo y filtrado. Todos hemos visto en las películas que en los bares y cafeterías se sirve el café directamente de la jarra de la cafetera de filtro.
Es una bebida más suave que la que tomamos en Europa ya que se hace con dos partes de agua por una de café. Esta tradición viene de la Segunda Guerra Mundial, donde los soldados añadían más agua caliente a sus espressos para alargarlos.
El país mexicano destaca por ser uno de los mayores productores de café del mundo. Las bebidas de café más comunes en México son el americano, cappuccino y espresso. Pero en algunas partes se toma el característico café “de olla” que consta de una parte de café molido, tres partes de agua, una cucharada de azúcar piloncillo, y una pizca de canela.
Los cubanos han conquistado Miami con sus famosos cortaditos que consisten en una preparación a base de su café orgánico de intenso sabor y leche azucarada.
Quién no conoce a Colombia por su tradición cafetera… les encanta tomarlo con leche, mitad de vaso de café y la otra de leche. Pero también tienen una forma tradicional de disfrutarlo, con su variedad “chaqueta” a la que en vez de leche, le añaden panela (bebida hecha a base de agua y zumo de caña de azúcar).
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