Las cantidades ingentes de plástico, el cambio climático, la contaminación y la capa de ozono, la extinción de varias especies animales… todo son complicaciones que estamos causándole a nuestro planeta y que nos hacen mentalizarnos sobre la necesidad y urgencia de cuidar del medio ambiente.
A ello, debemos sumarle que en nuestro día a día usamos, y cada vez más, aparatos electrónicos que son altamente contaminantes al contener metales, mercurio, cadmio, bromo y un largo etcétera.
Estos productos, además de tener muchos efectos negativos sobre el medio ambiente, también pueden tener un gran impacto en nuestra salud. Por ejemplo, cada fluorescente puede llegar a contaminar hasta 30.000 litros de agua.
Los datos de reciclaje de este tipo de productos son desalentadores. Al año se desechan 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo. Los expertos prevén que en 2050 podría llegarse a los 100 millones de toneladas, de las que se recicla menos del 20%.
Con una concienciación por parte de las instituciones, los fabricantes y la sociedad, podemos llegar a aprovechar esos desechos y reutilizarlos. Un buen ejemplo sería producir 2.000 metros de tubería de cobre con 500 ordenadores viejos.
En el caso de los teléfonos móviles, un dispositivo que tenemos todos y renovamos generalmente bastante pronto, el 92% de sus piezas pueden reciclarse, pero para ello es necesario llevarlos a un punto de gestión de residuos.
El primer paso para intentar reducir este tipo de basura es reutilizar y reducir el uso de estos aparatos, solo tener los imprescindibles.
El segundo es, si compramos un producto nuevo para sustituir otro que ya tengamos, podemos llevar el antiguo al establecimiento en el que compremos el nuevo, ya que, por ley, tienen que aceptar el viejo y hacerse cargo del reciclaje de este. Si, por el contrario, únicamente te vas a deshacer de un viejo aparato, puedes llevarlo a un punto limpio para que el reciclaje se haga de la mejor manera posible.
Existen organizaciones, como la fundación ECOLEC, que ofrecen puntos de entrega de dispositivos electrónicos para el posterior reciclaje apropiado de sus componentes.
Si necesitas reciclar tu vieja cafetera o cualquiera de tus otros electrodomésticos, puedes encontrar tu punto más cercano en este buscador.
La fundación está comprometida con la sostenibilidad y la comunidad, tal y como rezan algunos de sus valores como la eficiencia, el cumplimiento, la colaboración y la empatía. Su labor abarca los distintos ámbitos de desecho de electrodomésticos desde productores y distribuidores, hasta las entidades de gestión de residuos y por supuesto, la sociedad.
De’Longhi colabora con la fundación ECOLEC para ayudar a combatir la cantidad de basura electrónica y hacer un uso más sostenible de los distintos materiales.
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