Marocchino frío

Preparar un espresso previamente, añadirle una cucharadita de azúcar blanco y dejalo enfriar en el frigorífico.

Se tiene que preparar el chocolate, de la forma que prefieras. La más fácil es calentar leche en un cazo, añadirle el cacao en polvo e ir removiendo con una batidor de alambre o en su defecto con una cuchara. Cuando lo tengas, déjalo enfriar un poco y reserva.

Después, hay que crear la espuma de leche. Si tienes una cafetera espresso en casa utiliza el vaporizador, pero sino puedes usar una batidora espumadora a pilas o en su defecto un frasco hermético –introduce la leche y agítala durante 30 segundos-. Lo ideal es la leche semidesnatada, ya que su 1,5% de grasa consigue los resultados óptimos de volumen, consistencia y sabor de la espuma.

Una vez tenemos la espuma vertemos todos los ingredientes en el vaso en el siguiente orden: primero, el chocolate cubriendo un tercio del vaso, después el espresso frío y por último la espuma de leche.

Decóralo con cacao en polvo (usando un tamiz) y un puñadito de nueces picadas.